Febrero 6 del 2014
Las promesas
Prometer significa:
1
Alguien decir que va a hacer o expresar una cosa,
con el compromiso de llevarlo a cabo.
2 Asegurar que lo que
se dice es cierto.
3 Afirmar con un
juramento que cumplirá con rectitud y fidelidad un cargo.
4 Asegurar que una cosa
será tal como se expresa.
5
Afirmar a una persona que
los resultados de una acción van a ser buenos.
Claro que también es la promesa de matrimonio la cual hecha con
antelación le superponen com, es
decir comprometerse.
Pensando en todas las promesas que me han hecho en la vida, se me
ocurrió preguntarme, cómo surgieron las promesas y llegué a estas conclusiones.
Se le adjudica a Dios la primer promesa
y entiendo que así sea ya que no sabemos que hubo antes de El y si otros seres
prometieron algo. Esa primer promesa, al parecer fue:
“Génesis 2:17. … mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no
comerás; porque el día que de él
comieres, ciertamente morirás.”
Y también el incumplimiento de la misma
porque cambió la promesa de muerte por otras bastante severas.
“Génesis 3:14. Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto
hiciste, maldita serás entre todas las
bestias y entre todos los animales del
campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
Génesis 3:15. Y pondré enemistad
entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en
la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Génesis 3:16. A la mujer dijo:
Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz
los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
Génesis 3:17.Y al hombre dijo:
Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé
diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor
comerás de ella todos los días de tu vida.
Génesis 3:18. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del
campo.
Génesis 3:19. Con el sudor de tu
rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado;
pues polvo eres, y al polvo volverás.”
En la niñez más de uno debe recordar
las promesas de nuestros padres si obteníamos buenas notas, si nos portábamos
bien, si comíamos, si hacíamos tal o cual cosa, es decir se convirtió en un
negocio. Al nosotros crecer seguimos la tradición y prometimos y prometimos y
también incumplimos e incumplimos.
Cuántas veces decimos “tranquilo, te
prometo que allí estaré”, pero interiormente estaremos diciendo, pero en
espíritu, porque ni remotamente pensamos ir a ese lugar. Te cuentan una
infidencia, la cual ya de por sí demuestra que se está violando la confianza y
te hacen prometer no contarlo, pero al minuto ya hay un tercero que está
prometiendo no revelar lo comunicado, y este a su vez a otro y así
sucesivamente, formándose una cadena de promesas incumplidas.
Si me van a contar algo con el
compromiso de una promesa de silencio, por descontado informo que mejor no lo
hagan ya que no lo voy a cumplir, por olvido de la promesa o simplemente porque
me pareció curioso lo que me dijeron y quiero comunicarlo a otros, ya sea por
lo interesante o por lo gracioso.
Para qué prometer, sobre todo prometer
para no cumplir. Mucha gente cambia el sentido de prometer por ofrecer, “es que
yo sólo ofrecí hacerlo, yo no lo prometí”, es lo mismo, buscando en el
diccionario se encuentra el mismo significado. Yo creo que si se desea hacer
algo por alguien es mejor no adelantarle promesas, simplemente en el momento
apropiado hágalo y punto. Tampoco insinúe que posiblemente hará algo cuando en
verdad no lo hará… guarde silencio, cuente hasta diez antes de hablar y mejor
cállese y si puede y tiene la intención de hacerlo cuando lo haga sentirá la
satisfacción de haber podido ayudar, de lo contrario tendrá la alegría interior
al no haberse adelantado y si no lo hizo no tendrá ningún remordimiento, aunque
muchas personas ni siquiera se preocupan por no haber cumplido lo prometido.
Nunca se puede prometer amar a alguien
para toda la vida, esta promesa se hace a diario en la cantidad de parejas que
se casan y cuántas parejas conservan ese sentimiento intacto, se separan, se
divorcian, y ese amor para toooooda la vida, se convierte en aversión para el
reeeesto de sus vidas. ¿Dónde quedó aquella promesa?
Por cierto que es muy raro encontrar
parejas que después de haberse amado tanto tras la separación conserven una
buena relación, en muchos de los casos que he conocido hay una constante
ofensa, una agresión intermitente. Todos aquellos buenos momentos se borran de
un manotazo y sale a flote única y exclusivamente lo que fue causa de molestia.
No me excluyo de situaciones como
estas, tengo una experiencia propia con una persona a la que me unieron
sentimientos bien fuertes de afecto, pero no fueron recíprocos, hubo promesas
que no se cumplieron, en su momento me sentí lastimada, herida, pensé que nunca
me recuperaría, pero nunca, lo digo sinceramente, sentí odio por esa persona, incluso
cuando falleció no tuve ningún sentimiento especial, simplemente lo dejé ir y
en mi corazón no guardé ningún rencor, aunque francamente en el corazón no se
puede guardar nada y menos sentimientos, es un órgano que palpita cuando se
altera y nos avisa cuando algo nos sobresalta pero no sirve como cofre de
recuerdos.
Los abogados prometen sacar adelante
una causa y aseguran que los resultados serán buenos y ¿qué sucede después? Que
el Juez decide en contrario… y esa promesa, absurda por demás, ya que todo
depende del material probatorio y del criterio del Juzgador, se incumplió muy a
pesar de la promesa del Litigante.
El médico promete que tras la cirugía
la persona se recuperará un 80% y resulta que durante la cirugía el paciente
muere, claro que ellos tienen la excusa, firmada, ya que el familiar con su
rúbrica acepta el riesgo a que somete a su familiar, por tanto si salía vivo
este ser se habría recuperado ese 80% prometido.
El odontólogo promete que la extracción
de un diente no va a doler porque le aplicará anestesia, ah! Pero la inyección
de dicho sedante sí que duele! Pero como la promesa fue sobre la extracción de
la pieza, también tiene disculpa.
El borrachito siempre promete que esa
será su última copa y al día siguiente, y al otro, y al otro, también será su
última copa.
¿Por qué hacemos promesas? ¿Sobre todo
por qué no cumplimos lo que prometemos?
No quiero recordar la cantidad de
promesas que me han hecho y de todas ¿cuántas se han hecho realidad? No lo sé,
la verdad uno nunca recuerda cuando algo se ha cumplido, lo que sí se recuerda
es lo que no se ha hecho. Siempre pasa igual, lo bueno se olvida y lo malo se
recuerda.
A lo largo de la vida las promesas se
convirtieron en algo así como el pasaporte para amenazar, y esto empieza con un
“si no haces… te prometo…”, Si no me
pagas te prometo que te va a pesar. En fin, en este caso es mejor que no
cumplan las promesas.
Yo por mi parte me he prometido… no
volver a prometer…
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