martes, 28 de enero de 2014

La era del internet y las redes sociales (II parte)


Enero 28 del 2014

 

LA ERA DEL INTERNET Y LAS REDES SOCIALES (II PARTE)

Los cambios drásticos suelen ser buenos.

En la Editorial inglesa hubo desacuerdo entre socios y la pareja principal se expandió hacia España, como en todos los matrimonios empezaron a repartirse los derechos, legalidad, etc. Y con ello quienes trabajábamos allí. En la partición surgió mi nombre y la propuesta de abrir una empresa totalmente nueva en Madrid (España). La idea me entusiasmó tremendamente porque sería un gran cambio para mí, y heme entonces volando hacia un País que quería conocer con una idiosincrasia totalmente diferente a la inglesa.

Allí empezamos con las mismas máquinas eléctricas con memoria y tipos de letra que en ese entonces producía la IBM, más nunca hubo un cambio que mejorara la producción de los libros, se tenía el sistema de offset y algunas veces la tradicional impresión a través de pequeños impresores.

Este es un método de impresión que consiste en aplicar una tinta oleosa sobre una plancha metálica, el texto se transfiere a través de un cilindro que la pasa por presión al papel. Con este sistema debía observar tras un vidrio el trabajo que se iba a imprimir, separar colores, etc

Preparar el material que sería impreso no ofrecía mayor conocimiento técnico sino de observación, estética, paciencia y sobre todo voluntad.

En aras de mejorar mis conocimientos presenté mi hoja de vida a otras empresas y vi que en las condiciones requerían el manejo de télex, así que busqué entre representantes y clientes de la firma para la cual trabajaba y efectivamente tuve la oportunidad de aprender a usarlo, más este elemento tenía la función de recibir y enviar mensajes en clave que salía en unas cintas perforadas que había que convertir a texto.

Mi búsqueda para ampliar mis conocimientos no avanzó mucho en esta época y quedé algo así como estancada.

Con el tiempo surgió la opción de regresar a Colombia y así lo hice, venía con mi maleta de “sapiencias” preparada para buscar la oportunidad soñada.

Vinculándome al Poder Judicial, allí me encontré con esto:

 



Le faltaban algunas teclas, pero ese era el equipo de la oficina, es decir volví al pasado, era volver a empezar, me di cuenta que estábamos atrasados y que la tecnología llegaba lentamente a este País.

Transcurrieron varios años de luchar con este tipo de máquinas hasta que conocí un computador que compró mi hermano y emocionada fui a verlo:

 

 
 
 

Sólo veía textos en la pantalla, en un color verde brillante y para grabar tenía unos discos delgaditos, negros, grandes que se dañaban con cierta facilidad. Esto ya era un adelanto, podría decir que fue en los 80s que empecé de nuevo a entusiasmarme con las máquinas.

Y algún tiempo después llegó el momento esperado cuando empecé a trabajar en el Tribunal Superior de esta ciudad y empezaron a surtir los despachos con computadores, ahora utilizando otro tipo de diskettes para archivar la información.

 

 

Trajeron posteriormente las nuevas versiones y así estuve hasta mi jubilación, fue un gran avance y al fin pude ampliar mis conocimientos.

Ahora estamos en la era de las tablets, smartphones, ipads, mini ipads, iphones, además de las memorias que pueden llevarse en el llavero, cargar información ya no es un misterio y seguiré esperando las novedades para seguir aprendiendo…

Aparte de esto gracias a las redes sociales, Facebook, twitter y otros, los viejos amigos han surgido y hemos podido volver a contactarlos, claro que sólo los que se han atrevido a entrar en este mundo, porque muchos se han negado sistemáticamente a conocerla. Algunos me dicen que no renuncian al “papel” y por eso recibo sus cartas con información atrasada de tres meses mientras un e-mail es inmediato, les disgusta las fotos digitales y las tarjetas virtuales, no quieren saber nada con los teléfonos celulares y mencionarles el “Whatsapp” es un sacrilegio ni que decir de Skype.

Me alegro de llegar a la edad madura con esta tecnología y ojalá pueda disfrutar de muchas más cosas, sueño con tener uno de esos sistemas mediante los cuales la pantalla literalmente flota ante nuestros ojos, o que al tocar el mesón de la cocina podemos mirar las recetas que estamos preparando.

¿Y qué más sigue? Así empezamos...
Y aquí vamos ....
 

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