domingo, 28 de febrero de 2016

Qué compartir con los amigos



Febrero 28 del 2016

Qué compartir con los amigos

Compartir y su significado:

Dar parte de lo que tiene para disfrutarlo con otro. Usar o poseer una cosa en común o realizar algo conjuntamente.

Y cuántas veces se realiza esta acción con los amigos.

Tuve que sonreír esta mañana cuando me dedicaba a labores domésticas pensando que cuando comento con alguna persona lo que estoy haciendo nunca recibo la oferta de que me digan: “Oye, ¿estas planchando? Ya voy a ayudarte, compartámoslo. O ¿estas lavando? Bueno, ya voy y lo compartimos.” Claro que tampoco se me ha ocurrido llamar a alguien y decirle: “Hola, hoy voy a limpiar vidrios, ¿quieres venir?” “Después de almuerzo voy a lavar los platos, qué opinas de venir y lo hacemos juntas.” “Oye, creo que esta tarde me voy a cortar las uñas, ¿quieres venir?”

Sobre todo me refiero a este tipo de labores, porque si es de un almuerzo, una fiesta, cine o una salida, sobran las ofertas para compartir.

Esto regularmente nos sucede a las mujeres, porque si vamos por la calle y hay un hombre trabajando en algún tipo de construcción y está cavando un agujero, los hombres que pasan empiezan a rodear al que lo está haciendo, preguntando para qué es y si no sería más fácil si usara una barra en vez del palín, no falta el que traiga cerveza y unas papitas para seguir la obra. 

Mensualmente debo limpiar la caja donde reposa el medidor de agua para que el hombre de las empresas municipales pueda leer el registro. Regularmente esta caja se llena de hojas, desechos, tierra, y cuando llueve esos desechos se convierten en barro formando una capa sólida que obstruye la visión del pequeño recuadro donde aparecen los números del consumo.

Pues bien, me armo de una palita de jardinería, un recogedor y una bolsa para echar la tierra y basura que retiro. Muchas veces no llevo ni 5 segundos agachada cuando empiezan a acercarse señores que pasan a mirar con curiosidad lo que hago y empiezan los diálogos.

“¿Y qué le está haciendo al medidor?” “Yo tengo que hacer eso en mi casa, porque se llena de tierra y arena.” “Tiene que hacerle un desnivel, por eso se le acumula la tierra.” “Y si le hace un agujerito hacia este lado…” e interviene otro: “No, porque de pronto se encuentra con la tubería.” “Deje, que yo tengo más fuerza que usted y le quito ese cemento que está encima.”
 
Y empiezo a explicar y a aclarar que el cemento es para que no se roben el medidor y que lo que estoy haciendo es para limpiar el cajón y el empleado de las empresas pueda leer el registro. Sin embargo, durante el tiempo que dura la limpieza siempre hay sugerencias.

Cuando alguna señora pasa, mira y me saluda, no siente curiosidad, solo trata de no caer ni tropezar con la tapa de la caja.

Cosa diferente ocurre cuando estoy con la escoba barriendo el andén en la mañana, los señores saludan y siguen mientras que las señoras, saludan y algún comentario hacen: “Esto es de nunca acabar, ¿no?” “Usted tan juiciosa cada mañana.” “Por mi casa también hay un árbol así y me deja la acera llena de hojas.” “Mire como le han dejado el antejardín con suciedad de los perros. No sirve de nada que digan que los multan.” Y así sucesivamente.

Así que compartir abarca un montón de labores, pero muchas son unipersonales, las hacemos solas y no puedo negar que la intervención de un segundo(a) o tercero(a) persona sólo puede causar stress.

Pero piénsenlo y se darán cuenta que hay muchas cosas para empezar el día que nos puede hacer sonreír.


El problema de hacernos viejos



Febrero 28 del 2016

El problema de hacernos viejos.

En esta semana han surgido muchos temas para comentar, pero empezaré por éste, el problema de hacernos viejos, ya que lo fue en un reencuentro de amigos que tuve hace poco. Fue una reunión de viejos amigos, conocidos, personas con quienes compartí en mi trabajo, algunos más allegados que otros, pero en general una de las tertulias más amenas a las que he asistido desde hace mucho tiempo.

En este agradable encuentro, hablamos de muchos temas, recorrimos la política, religión, relaciones, trabajo, economía y hasta sexo, este último con la picaresca que acompaña los comentarios de algunos caballeros y que a pesar de nuestra edad a más de uno nos hizo sonrojar.

El vino conocido como “Leche de la mujer amada”, para quienes no lo hayan escuchado nombrar, es un vino blanco, semidulce, alemán, amenizó parte de la reunión, tan sólo para provocar comentarios y risas  además de estimular la charla.

Está demás agregar que probablemente la persona más joven del grupo debía oscilar en los 50s y algo más, así que cuando se llegó al tema de la edad y sus experiencias al descubrir que los demás empiezan a vernos más que maduros, viejos, todos teníamos algo que decir.

El principal punto lo fue la reacción de los parientes y seres que considerábamos queridos, de repente nos convertimos en potenciales productores de legados, con o sin disimulo escuchamos cuando preguntan si tenemos alguito para la vejez… en realidad lo que se quiere saber es si hay algo que heredar.

Ahora, si hay alguien mayor que nosotros y se encuentra enfermo, nadie pregunta por él(ella), pero si fallece, llega familia de todos los continentes, parientes desconocidos interesados en lo que pudo haber dejado el difunto. Esto sucede hasta en las mejores familias, decía uno de los compañeros.

Aunado al dolor de la ausencia de este ser querido, el que “queda” en casa se convierte en candidato futuro o en estorbo para coger algo de la herencia.

Pero hay algo que me llamó la atención y que el más joven del grupo me hizo notar, y es que hay personas que tienen diferente táctica, y es que viendo la posibilidad de ser tenido en cuenta, se convierten en nuestros más leales amigos, de repente hasta recogen nuestras prendas de la lavandería, nos inundan el Whatsapp con comentarios, esto para quienes no nos atropella la tecnología, y lo peor es que no nos damos cuenta. Él, el amigo, me dijo que un familiar suyo de repente se dio cuenta que un pariente lejano se volvió cercano y tanto que en menos de un año manejaba sus cuentas y sabía más de sus pocos bienes que él mismo.

Pues resulta que, para fortuna del familiar de este amigo, mi compañero es abogado y pudo ayudarlo para recuperar lo que ya poco a poco se estaba convirtiendo en propiedad del pariente. 

Pero para mayor inri, este “pariente” enojado ante el cambio que dieron las cosas, se dio a la tarea de adjudicar al abogado mala praxis señalando que después de “todo” lo que estaba haciendo por el “viejo”, lo(a) iban a dejar al margen de la herencia. Y lo mejor de todo es que no había testamento siquiera y el “anciano” sigue vivo y con buena salud.

También me comentaba que por ser él, soltero, sin hijos, todos lo miran con cierta envidia y creen que no tiene obligaciones, así que cada vez que surge un problema, un “algo”, recurren a él, lo miran como un Banco de préstamos, sin intereses y con término ilimitado. Durante su vida laboral procuró ahorrar y sin ser millonario, aunque ahora, millonario puede ser cualquiera, la devaluación reclama que hay que ser billonario para poder hablar de riqueza, amasó cierta fortuna para no requerir de nadie en su vejez, siendo posible pagarse un geriátrico en donde vivir su última temporada en la tierra.  Este hecho llegó a oídos de sus parientes y dice con una sonrisa amplia “Desde eso me convertí en la rama más simpática de toda la familia.”

Pero en realidad el problema surge cuando no tenemos una herencia que dejar, y aunque hayan sido personajes clave en algún hogar, nos convertimos en una carga y empiezan a trastear el(la) viejo(a) de casa en casa, llegando al límite de la depresión y por eso concluyo que muchos seres interesantes y de gran valía terminan su vida desatendidos y abandonados.

Aunque la conclusión es triste, la reunión no lo fue y me alegro de haber compartido tan buenos y variados recuerdos.


jueves, 11 de febrero de 2016

Miércoles de ceniza



Febrero 11 del 2016

Miércoles de ceniza

Se conoce que el miércoles de ceniza es el primer día de la cuaresma en el calendario litúrgico, tanto católico como anglicano, entiendo que también en otras comunidades, más no sabría detallar cuales son. Esta celebración se lleva a cabo cuarenta días antes del domingo de ramos el cual marca el comienzo de la Semana Santa.

Esta fecha data del siglo XI, cuando la Iglesia romana así lo determinó como un preludio de la cuaresma, o sea los cuarenta días y cuarenta noches que Jesús estuvo en el desierto.

Este miércoles conlleva la imposición de la cruz en la frente de los feligreses, con ceniza que se obtiene de la incineración de los ramos que fueron bendecidos el año anterior del señalado domingo de ramos.

Recuerdo que en mi niñez el sacerdote decía: “Polvo eres y en polvo te convertirás.” Pero en los últimos años escucho que me dicen: “Convertíos y creed en el Evangelio.” O algo similar que marca nuestra entidad como Cristianos.

Anteriormente sólo el sacerdote imponía la Cruz de ceniza, pero ahora no solo él lo hace, también religiosas, caballeros y damas que prestan su servicio a la comunidad y algunos feligreses unidos a la Iglesia.

Esta celebración ocurrió el día de ayer y aunque sabía que estaba próxima a ocurrir cuando me levanté no pasó por mi mente qué día era, poco después observé que desde arriba de la Nave, bajaban personas hacia sus trabajos y llevaban en su frente el distintivo de la Cruz de Ceniza, otras subían el mismo trayecto y preguntaban por el lugar donde estaban colocándola. 

Me uní a la congregación de fieles y llegué hasta la Iglesia, en este lugar se encontraban dos señoras imponiendo la Cruz, hice lo propio dije una oración y salí del lugar, extrañamente renovada, sentí el orgullo de llevar este símbolo en mi frente, me identifiqué con los demás feligreses, curiosamente este día la mayor parte de las personas, desconocidas para mi, me saludaron, era un compartir silencioso y alegre.

Mi madre decía que era un día de ayuno y procuraba que la alimentación fuera parca y sin carnes rojas, este día y el viernes Santo se procuraba este tipo de conducta.

El comienzo de la cuaresma, cuarenta días en que los cristianos nos preparamos para la Pascua, hacemos penitencia y nos purificamos.

Estos ritos se han perdido y más bien han seguido una actitud de costumbre, tradición, algunas personas lo hacen porque sus padres les inculcaron hacerlo pero no tienen idea lo que implica este compromiso.

En mi concepto de niña era un evento importante y lo miraba con ojos muy abiertos y sorprendidos, con el paso de los años se convirtió en la preparación para la parte más dolorosa de mi religión, la tortura de Jesús hasta su muerte, actualmente miro con mayor respeto este hecho y trato de entenderlo lo mejor posible.

Durante este período ocurren muchos cambios en la liturgia católica, los ornamentos en la iglesia cambian a morado, no hay canto de aleluya ni de Gloria, queda suspendido hasta el día de resurrección del Señor. El cuarto domingo de la Cuaresma se cambia al tono rosa y después le sigue el rojo y el blanco pascual. Son cinco domingos de Cuaresma hasta llegar al domingo de Ramos que dará inicio a la Semana Santa.

Mientras tanto quiero conservar la paz que me trajo el día de ayer y que espero a todos ustedes les haya ocurrido lo mismo.