miércoles, 28 de enero de 2015

MARIA EUGENIA PIEDRAHITA



Enero 28 del 2015

MARIA EUGENIA PIEDRAHITA

Siempre me pregunté qué había sucedido con esta señora de la canción. Lo único que supe fue su retiro del mundo de la música porque había contraído nupcias con el doctor Rodrigo Lloreda y había dedicado su vida a apoyar a su esposo y a cuidar de su hogar.
La maravilla de su voz jamás la olvidé. Cómo no mencionar mi canción favorita y con la cual me enamoré en serio, tal vez por primera vez: “En un rincón del alma”, su interpretación fue extraordinaria y aún después de haber transcurrido más de cuarenta años, reconocería su maravillosa voz.
También “Una tercera persona”, “Te regalo mis ojos”, “Cuando ya no me quieras”, “Sabes de que tengo ganas”, bellamente interpretadas, fue elegante, delicada, y con dolor el mundo fue privado de semejante regalo, porque así como sus canciones llenaron los rincones de muchos hogares, de pronto se hizo el silencio.
Y ahora conocí que este silencio ya es total, esta dama se nos adelantó en el camino y curiosamente con la misma suavidad que se retiró del canto he sabido que se marchó ahora.
Esa época, en los años 60s, dio nacimiento a una serie de cantantes como Vicky, Harold, Oscar Golden, Galy Galeano, Mariluz, en la era de la Nueva Ola, música bien diferente a la interpretada por María Eugenia, todo un contraste, ya que chocaba el bullicio con algunas rancheras y boleros que ella con su voz única presentaba.
A finales de los 60s me marché del país y no volví a saber nada de esta oleada musical, mientras los Beatles eran todavía novedad en Colombia en Europa ya se había superado esa época de locura y aunque seguían siendo escuchados no tenían el auge que tenía por acá, me di cuenta que mis preferencias musicales habían perdido actualidad.
Estando fuera mi hermano me mandó un long play de Leonardo Favio, quien por supuesto todavía no era conocido por quienes vivíamos en ese lado del mundo, así que después de unos catorce años regresé a Colombia y me di cuenta que en ese salto había perdido contacto con los nuevos cantantes que habían surgido durante ese tiempo, y ya las canciones que para mis conocidos y familiares eran tiempo pasado, para mí eran toda una novedad. Aún ahora cuando escucho la radio recordando otras épocas, me encuentro con canciones absolutamente desconocidas para mí.
Siempre añoraré las canciones de María Eugenia, su voz que no tiene comparación y su elegancia al interpretarlas, creo que quedaran por siempre en quienes tuvimos la suerte de seguirla en sus inicios cantorales.
No puedo decir más ya que fue un gran vacío el que dejó desde el mismo instante en que renunció al canto.





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