Mayo 4 del 2014
Cuentos
para niños
Creo que en la mayoría
de las familias esta hermosa costumbre de leer cuentos a los niños sigue
vigente, aunque ahora con tanta tecnología muchos de los pequeños prefieren
jugar un rato con su play station o sus móviles, sin embargo se me vino a la
mente este tema tras escuchar en la radio un comentario de un psicólogo de
quien no capté su nombre por cuanto esa entrevista la oí entre gallos y buenas
noches.
Este psicólogo decía
que los traumas de los niños venían de tiempo atrás por los cuentos que los
padres leían a sus hijos, la crueldad de esas historias, y eso me hizo ir a
detallar esos cuentos y aunque muchos lo han hecho para mi ha sido toda una
novedad.
Caperucita Roja, la
pequeña y desobediente niña que no reconoce a su abuela pues la confunde con el
lobo y ni siquiera tiene la malicia de pensar que se parece al lobo que
encontró en el camino, con ese desarrollo trágico pero con el increíble
desenlace que le abren la panza al lobo y la abuelita está viva, es decir el
lobo la tragó entera, ni siquiera la masticó; luego, la princesa atrapada de
por vida en una torre desde donde usa su cabello que ha crecido sin parar como
un lazo para que un príncipe suba hasta donde ella, soportando todo el peso de
ese joven sin que le quede ni siquiera un dolorcito leve de cabeza, quien se
cuelga día tras día para visitarla; y Blanca Nieves viviendo con esos enanitos,
haciéndole de comer, lavándoles su ropa, ¿se imaginan? Si a veces con un solo
niño las madres no dan abasto para cuidarlos, como será con siete y con la
mugre que traerán de las minas. Y para colmo la envenenan temporalmente con una
manzana, ¿qué ejemplo es ese? Y como desquite tiran a la viejecita que la
envenenó por un barranco…
En estos días vi una
parte de un cuento de un sapo que encuentra una princesa en un lago, al que le
promete mil cosas con tal de que recoja del fondo del pozo una perla que se le
cayó, una vez con la perla en la mano la joven olvida la promesa pero el sapo
no y la sigue hasta el palacio y después de una serie de eventos en los cuales
su padre el Rey la obliga a cumplir sus promesas al sapo, en su habitación le
remuerde la conciencia por su mal comportamiento y el sapo se convierte en un príncipe…
y que tal el de la joven princesa que por ser caprichosa su padre la entrega a
un hombre pobre quien se la lleva para su casa y la pone a cocinar, lavar,
vender cacharros en el mercado y un día que ella tiene que ayudar en el palacio
donde era su hogar la hacen pasar una vergüenza horrible y al ella llorar y
estar humilde, todos ríen y le dicen que todo es una farsa para que ella
cambie.
Me pregunto ¿qué es lo
que un niño debe aprender de esto? En todos colocan a la mujer en una posición
de servidumbre, doblegan su voluntad para que sea humilde. Así las niñas deben
aprender a ser humildes y los perfectos caballeros las educan…
En cambio los cuentos
de esta nueva era nos muestran a enormes monstruos que intentan acabar con el
mundo, con grandes poderes y los humanos, hombres y mujeres, con grandes
armaduras que no les impiden el movimiento, saltan desde unas montañas
increíbles para caer sin un rasguño entre lava y fuego para enfrentar los
temibles animales que surgen elevando sus enormes garras y lanzando bolas de
fuego por sus fauces, pero las rechazan con su escudo mágico que devuelve el
ataque contra su enemigo. Al finalizar la pelea el enemigo esparce sobre el
piso una serie de elementos, mágicos y magníficos que el ganador recoge para
mejorar su estatus.
Pues, me quedo con
estos últimos, quizás más fantásticos pero al menos colocan a hombre y mujer en
el mismo nivel, luchan contra el mal y regularmente triunfan.
Yo fui de la época en
que las películas para niños eran Lassie,
y todas las de muñequitos con el Ratón Miguelito, el pato Donald, Güffy, con el
perrito Lassie todos los niños lloramos porque le pasaban tantas cosas, pero al
final todo salía bien. Ahora, las revistas eran Superman, aquaman, Archie,
Super ratón, Tarzán, Mandrake y Lotario, etc. todas con aventuras que siempre
terminaban bien, los buenos siempre ganaban y cómo no recordar a Dick Tracy, mi
hermano amaba estas aventuras, sobre todo su radio reloj de pulso. Había
intrigas, trampas y todas esas cosas con las que los malos quieren dañar a los
buenos.
Y ¿cuál fue el
resultado en nuestra educación? Al menos en lo que toca a mi familia, creo que
fue bastante buena y a pesar de la diferencia de literatura, creo que a mi
descendencia también le ha ido bien.
Entonces dónde está la
raíz del asunto para que haya tanta delincuencia, ¿a quién podemos echarle la
culpa?
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