Julio 28 del 2015
Cuestiones de estética
Mirando la televisión, escuchando la radio, leyendo la prensa
o simplemente navegando en internet, veo la cantidad de avisos, consejos,
fotos, videos y demás, promocionando dietas, alimentos nutritivos, ejercicios,
tratamientos y cirugías para mantener la figura, y hay un programa en especial
que coincide con el momento en que estoy a punto de almorzar en el cual un
médico (creo) con una voz amable y cálida promociona unos productos naturales
para tratar diferentes problemas de salud y además tres frasquitos con los
cuales la persona puede perder cuatro kilos en un mes, también entrevista a
otros médicos quienes hacen claridad a los interrogantes que algunas personas
les exponen a través de las redes sociales.
Me llamó especialmente la atención el hecho de una consulta
que comentó el presentador principal del programa, cuando dijo que tiempo atrás
una señora llegó quejándose de un dolor bajito en el vientre y que de acuerdo a
la entrevista que le hizo a la señora, ésta ejercía un cargo en el cual estaba
rodeada de aparatos electrónicos, un monitor, la cpu, una ups, un teléfono
electrónico, celular, una Tablet. Con este antecedente dice que lo único que le
aconsejó a la dama, fue retirar todo ese equipo y ver qué resultados obtenía.
Efectivamente, se acabó el problema para la paciente y ni siquiera le tuvo que
practicar exámenes, pruebas, ni nada en absoluto.
Tal parece que la mayoría de nuestros problemas está en el
entorno en que vivimos y cómo evitarlos si cada día surgen más novedades en
este campo.
Pero en realidad lo que más me sorprendió es que todos los
días este personaje habla de lo natural, de la necesidad de alimentarnos sano,
de usar medios que no sean invasivos a nuestro organismo y en el día de hoy veo
con sorpresa que había una entrevista con un médico de cirugía estética y
mostraban la forma como corregían algunos efectos en el rostro, producidos por
la edad, a una agraciada mujer, indicando que ni siquiera debía faltar a su
trabajo acabada la intervención, que bastaba un retoquecito de maquillaje para
ocultar los punticos por donde le pasaban un hilo que sostenía su piel.
Hoy vi nuevamente el programa, no puedo evitar la curiosidad,
sobre todo porque lo transmiten precisamente en el momento en que me encuentro
esperando las noticias del medio día. Y ví a una dama que se prestó para que un
médico de cirugía estética explicara el tipo de procedimiento que le haría. El
médico colocó a la dama en bikini frente a la pantalla y con un marcador señaló
en el vientre de la mujer la parte que removería, indicando que en cierta área
tenía “muy buena piel”, después agregó que habría que seguir con la parte de
las caderas y cintura para que el cuerpo tuviera una apariencia realmente
juvenil y bien formada.
No lo niego, me desilusioné un poco del programa pues
encontraba un toque de sinceridad en las palabras del director del programa y
ver como descuartizaba con su marcador el invitado del momento, a esta modelo
me hizo erizar la piel.
Estoy convencida que el teñirse las canas, estirarse la piel,
hacerse una lipo (como dicen ahora), no va a ayudar para nada al calendario, no
va a hacer que su corazón funcione como un relojito, ni que sus pasos se
vuelvan más seguros, esto es sólo para sentirse bien al mirarse en el espejo,
para mostrar una imagen fresca, pero someterse a estos riesgosos y dolorosos
tratamientos es otra cosa.
Admiro profundamente a la gente que dedica tiempo al
ejercicio, yo veo un grupo de señoras de la tercera edad que pasan en la mañana
frente a mi casa, cada una con un palito en la mano, todas vestidas
deportivamente y se dirigen al parque Tequendama en donde un caballero las
dirige en sus ejercicios, las veo a su regreso, sonrientes, tomando agua y con
una toalla al cuello secándose el sudor. Soy tan ignorante de estas lides que
creía que el palito era por si eran agredidas, un arma para defenderse en caso
de ser interceptadas por algún inadaptado, pues no, el palito es para hacer uso
de él durante el ejercicio, lo toman con las dos manos, lo elevan, lo bajan y
están tan bien coordinadas que no se golpean durante sus rutinas, aunque
también les sirve de apoyo al regreso pues es un bastón bastante firme.
Pero es que no seguimos las costumbres que vienen del pasado,
los gimnasios griegos fueron lugares donde se hacía ejercicio, el entrenamiento
físico, la salud y la educación eran esenciales en la formación de los
infantes. Aunque las letras y la música eran importantes la instrucción se
desarrollaba en el gimnasio.
Y entiendo que hay textos médicos de la antigüedad griega que
prescribían ejercicios especiales para las dolencias y padecimientos físicos y
precisamente muchas de las recomendaciones actuales son las de caminar, evitar
la vida sedentaria, hacer ejercicio. Incluso hay unos concretos que se pueden
realizar utilizando la silla que usamos frente a nuestro computador, yo los
suelo hacer para descansar de tanto en tanto del uso del ordenador, aunque esto
no ayude mucho para conservar nuestra juventud si sirve para no atrofiar
nuestras coyunturas después de estar algunas horas navegando frente a esta
maravilla que ha sido el internet.
Otra cosa, que no quiero dejar de comentar antes de cerrar
este capítulo, son los movimientos de baile, he visto programas en donde
promocionan ejercicios que me parecen maravillosos, música, baile, el mejor
ejercicio para mantenerse en forma, además alegra el espíritu y aunque se
termine cansado y sudoroso, es una forma de llenar el alma de alegría.
Así que, a bailar se dijo.
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