Julio 21 del 2015
Accidentes
Debo confesar que soy admiradora
de los programas extranjeros, cuando viví en Inglaterra no dejé de ver cada
noche “Coronation Street” una calle de Londres en donde sucedían diferentes
eventos, la vida de los vecinos del barrio y sus comentarios eran relatados en
forma natural por las personas que allí vivían. Ahora me inclino más por los
denominados “Shows en vivo”, o las series divertidas como “Big Bang Theory”,
“How I met your mother”, “Rules of engagement”, u otras más serias como son
“Grey’s Anatomy”, “How to get away with murder”, “CSI”, etc. etc.
Hay dos Shows que me entretienen
y no puedo dejar de mencionar: “EllenDegeneres show” y “Saturday night live”,
el primero tiene una presentadora divertida que reparte regalos impresionantes
como vehículos, a diestra y siniestra, esto con el auspicio de grandes marcas internacionales,
pero también reparte dinero, hace unos concursos simples en los cuales nadie,
absolutamente nadie se va con las manos vacías, muchas veces ella también
participa, permitiendo la risa de si misma, bailando y entrevistando personajes
de todos los niveles, de la farándula y familias con problemas económicos pero
que por alguna razón han sido conocidas por alguna actividad especial que las
convierte en personas admiradas por su vecindario y que al llegar al programa
reciben una ayuda para continuar sus planes de ayuda hacia otros.
Hace poco entrevistó a un niño
quien está pendiente de un trasplante de corazón, el programa le hizo una
donación de diez mil dólares para ayudar con su tratamiento y le regaló una
mochila en la cual puede cargar su medicamento y serle suministrado a su
organismo sin que tenga que desplazarse al hospital y sin tener que permanecer
en el mismo o en su casa para obtenerlo.
Muchas son las actividades que se
realizan en el programa y de forma generosa se colabora con tanta gente que
muchas veces me pregunto cómo es posible que el dinero fluya de esa manera,
misterios de la vida americana.
Ahora “Saturday night live”, con
el comediante Jimmy Fallon, se parece pero no hay la generosidad de los
premios, este impresionante hombre multifacético, canta, baila, rie,
entrevista, tiene un léxico agradable y fácil, en mi personal concepto, y tiene
unas actividades divertidas a lo largo del programa como son: Escribir sus
notas de agradecimiento, expresando, como ejemplo, a “Activia por no llamarse
yogour”, algunas no las entiendo por ser un humor bastante americano, pero la
simplicidad arranca más de una sonrisa. También hay juegos de algo así como “¿Qué
hay en la caja?”, el invitado del programa de un lado y Jimmy del otro, deben
adivinar cuál es el contenido de la caja que tiene su oponente escuchando la
descripción que el otro hace, descripciones a veces real otras no, haciendo que
la escena sea algo alegre y divertida.
¿Por qué menciono estos
personajes extranjeros?
Porque todo tiene una razón de
ser, en el mes de junio Jimmy Fallon sufrió un accidente casero, resbaló en la
cocina de su casa, y al tratar de sostenerse su anillo de bodas se enganchó al
parecer en una encimera de cristal y el caso es que aunque inicialmente pensó
que se trataba de una fractura, al llegar al Hospital los médicos vieron que
era algo más grave, para salvarle el dedo hubo de ser intervenido en una microcirugía
que duró más de seis horas, dejándolo incapacitado por diez días y
hospitalizado con el riesgo de perder su dedo anular.
Tan pronto superó el tiempo de
peligro, se incorporó al programa, explicó lo acaecido e hizo algunas bromas al
efecto y siguió sus presentaciones con el mismo entusiasmo de siempre.
Siendo asidua del programa, noté
que estaban repitiendo algunos programas y sólo hace poco me enteré de lo
ocurrido, razón por la cual empecé a navegar para conocer los pormenores del
accidente y darme cuenta que no fue una simple caída, fue algo bastante grave.
Viendo entonces los chats me
sorprendió leer como algunos seres humanos chatistas escribían cosas así:
“Tanta alharaca por una caída, perder un dedo no es nada.”
Así varias cosas bien
desagradables que no quiero repetir, no es de mi gusto hacer propaganda a las
malas expresiones y a la falta de humanidad de algunos congéneres, no entiendo
como puede ser uno tan resentido socialmente, porque es la palabra que más se
ajusta a lo que quiero decir, me parece que un accidente sea cual fuere el
rango social de la persona no es para criticarlo de esa manera.
Pienso que si algo no nos importa
realmente, podemos simplemente dejarlo pasar sin necesidad de llegar a soltar
frases tan fuera de toda lógica.
Hace bastantes años, conocí a una
mujer, para la época se dedicaba al embellecimiento femenino, tenía un salón
bien equipado y tenía una alegría en su carácter que parecía no haber sufrido
en la vida. Sin embargo, esta mujer tuvo un matrimonio no muy feliz, siendo
ella una niña de tan solo 15 años, fue presionada por su familia a contraer
matrimonio con un hombre mayor, celoso y controlador, que no le permitía salir
sin su permiso, y empeñado en traer una numerosa familia para que su mujer se
dedicara al hogar, teniendo en un lapso relativamente corto seis hijos. Pues
esta dama con mucha dificultad logró convencer a su esposo para que le
permitiera abrir su negocio en la casa, aprendió el arte de la peluquería,
masajes, y otros, con lo que al fin pudo tener contacto con el mundo exterior
aunque fuera por las personas que llegaban a buscar sus servicios.
La única salida que hizo a un
paseo, le dejó un amargo recuerdo, se apoyó en un camioncito en el que llevaron
ollas, plátanos, fruta para la
excursión, posando para una fotografía, la tomó por sorpresa que el conductor dio
marcha al vehículo y, al igual que Jimmy Fallon, su anillo de bodas que tenía
puesto en el dedo del corazón, se enganchó y lo perdió, el dedo, no el anillo.
No hubo forma de salvar el dedo
de esta mujer, para ese entonces la medicina no estaba tan avanzada como ahora
y ella quedó con esta mutilación, y si, quedó viva, pudo seguir su vida, no
quedó impedida, pero fue doloroso, necesitó un tiempo para recuperarse, aceptar
el hecho y aguantar los comentarios de un hombre inconsecuente y ofensivo, que
no le hizo la vida más fácil.
Para algunos esto puede ser algo
así como un “trofeo” para mostrar, pero como todos no somos iguales respetemos
el dolor ajeno y no nos alegremos con la infelicidad ajena que de pronto, un
día, “sin querer queriendo”, la insensibilidad de otros nos puede tocar.
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