domingo, 29 de junio de 2014

Anna Frank


Junio 29 del 2014

 

Anna Frank

 

Hace unos días me recomendaron ver una película llamada “Bajo la misma estrella”, no tenía idea del tema, pero tan pronto como empezó me imaginé un drama trágico, pero sin embargo y muy a pesar de tratar un tema tan doloroso como lo es esta terrible enfermedad del cáncer y que a muchos nos llega muy de cerca, me di cuenta que este tipo de historias nos ayudan a ver la vida desde una óptica bien diferente.

Aparte del fondo tan interesante de la película, el filmar parte de ella en Ámsterdam me llevó al pasado, cuando tuve oportunidad de pasar por esta bella ciudad, no sé por qué, ignoré visitar la casa donde vivió Anna Frank, siendo este un lugar obligado para los turistas que llegan a Holanda.

Tengo remembranzas de esta niña, porque su diario fue uno de los primeros libros que leí cuando era una adolescente y soñaba en convertirme en escritora. Aunque con la traducción los escritos pierden mucho del sentido que los autores expresan, en el caso de Anna Frank, tratándose de un diario personal, donde iba detallando lo que ocurría cada día desde el momento en que recibió este cuaderno de tapas duras como regalo de cumpleaños, hasta el relato que continuó durante el tiempo que vivían escondidos, tratando de salvar sus vidas de la persecución nazi, tras la invasión alemana en 1940, se logró evitar malas interpretaciones y creo que los muchos libros que han salido al mercado traduciendo sus escritos se ajustan bastante a la realidad que vivió y cómo fue convirtiéndose en una mujer con profundos pensamientos.

La verdad es que en aquella época, de mi adolescencia, leía cuanto libro se refería al Tercer Reich, la forma como fueron perseguidos los judíos, los campos de concentración y todo lo que hablara sobre la tremenda personalidad de Hitler. Lo mismo me sucedía con las películas que desarrollaban esta parte de la historia de la humanidad.

Y hoy con esta película he revivido aquella época entre mezclada con la historia de una pareja de jóvenes y su drama personal, pero no voy a develar lo que sucede en la película ya que de pronto alguna de las personas que me honra leyendo mis comentarios le interese verla y perdería el misterio de su contenido.

Pero si puedo decir que los sueños, los propósitos que teníamos y que fuimos dejando de lado por diferentes razones, no deben ser olvidados, nunca es demasiado tarde para hacerlo y eso nos lo viven enseñando constantemente personas que aún a edades como 80 años, se atreven a presentarse en programas de baile y salen airosas, jóvenes con problemas físicos que practican deportes de difícil manejo.

Y hace poco vi a un joven en pantalones cortos que se transportaba en bicicleta, llegó y con gran soltura se bajó de su vehículo y después de asegurarlo con una cadena se dirigió a comprar algo en una droguería cercana. Al momento no observé absolutamente nada y sólo fue cuando regresó y se detuvo para cruzar la calle, que vi que usaba una pierna ortopédica, la manejaba con tal soltura que de no ser por sus pantalones cortos no me habría dado cuenta de ella.

Sin embargo cuantas veces nos quejamos cuando el ascensor al segundo piso de un almacén no funciona o las escaleras automáticas están sin energía, o porque llueve al momento de salir, o porque hace calor, en fin por tantas pequeñas cosas que ni siquiera se pueden llamar incomodidad porque son tan absolutamente leves que es una vergüenza manifestarlas.

En todo caso y para no extenderme más en esta época en que todos estamos un poco “mundialistas”, disfrutemos lo que nos da la vida y conservemos la esperanza por un buen resultado en el encuentro entre Colombia y Brasil.

 

 

viernes, 27 de junio de 2014

Buenas costumbres


Junio 27 del 2014

 

BUENAS COSTUMBRES

 

¿Adónde se fueron las buenas costumbres?

Y no me refiero al saludo mañanero, ya que con gran alegría veo gente pasar en la mañana y que sin conocerme me desean los buenos días y algunos añaden algún comentario sobre el estado del tiempo, ya sea de calor o de lluvia.

Últimamente hasta frases sobre el fútbol me hacen, ya que esta fiebre mundialista está en el ambiente y todos tenemos algún comentario que hacer.

Pero es que ya van varias veces que me sucede una molesta situación. Personas quienes gozan de una melena que superan sus hombros, tienen la costumbre de organizarla cuando están en una fila de personas sin fijarse que al desatar la moña que sostiene su cabello y tomar el mismo entre sus manos y empezar a peinarse con los dedos, arrojan cabellos a su alrededor y después con un gracioso gesto, sacuden el cabello hacia atrás ahogando a quien se encuentra detrás, como en mi caso, cuya estatura no me ayuda mucho, dándome con el cabello en el rostro.

Esta costumbre se ha generalizado entre jovencitas también quienes encuentran en este coqueto movimiento de cabellos una acción imprescindible en las filas para entrar al cine, para realizar pagos en los supermercados y otros.

Otra costumbre también muy molesta es al interior del cine, estas cómodas sillas que permiten disfrutar de la película con amplitud, no son suficiente para algunas personas quienes no solo golpean el respaldo de la silla que tienen al frente sino que acomodan sus zapatos y otras sus pies sobre el mismo, sin ningún respeto con las personas que se encuentran allí.

Ahora el tema de comidas al interior del cine, no puedo creer que durante dos horas que más o menos dura un largometraje, sea necesario llevar una bandeja con alimentos, bebidas y además una porción gigante de crispetas. Durante la presentación se siente no sólo el olor de comida sino el masticar de los vecinos, el intercambio de comidas etc. Cuando se encienden las luces una vez finalizada la película, se ve un reguero de comida por el piso y me confirma la razón por la cual en el espacio de tiempo en que comenzará el siguiente horario deben entrar un grupo de aseadores a recoger y limpiar semejante suciedad.

Qué buen ejemplo nos dan los japoneses, quienes durante los eventos del mundial, dejan todo limpio, recogiendo vasos, tarros, frascos y papeles que se usaron durante el desarrollo de los partidos.

Y me acaba de pasar, aunque es frecuente, que aparquen frente a los garajes, es increíble y para mayor inri, en mi caso, el señor que dormía en su silla de conductor al escuchar que se le solicitaba correr su vehículo porque obstruía el paso, se molestó, ¿pueden creer? Se molestó porque lo despertaron… ya había una fila de vehículos y el señor con el rostro encolerizado no quería moverse, de pronto algo lo hizo reaccionar y se retiró para parquearse al otro lado de la calle estorbando en otra salida de garaje. Y eso que ahora está prohibido ocupar la calzada.

También pude observar otro acto que me pareció de muy mal gusto. Haciendo fila para realizar pagos en un supermercado una señora estaba colocando sus artículos en la banda de caucho mientras suministraba sus datos a la niña que registraba los artículos, cuando un obeso señor pasó por encima y colocó un paquete de galletas para que se lo registraran antes de los que llevaba la dama, ella se molestó y lo mismo quienes estaban en la fila y él agresivamente decía que él tenía una compra menor y que era rápido, la empleada le explicó que ya había colocado los datos de la señora y que obviamente él debía hacer la cola y él reclamaba que le dejaba el efectivo y que luego lo registrara y no entraba en razón de que debía respetar el turno de los que ya estaban en la fila, así que furioso como se puso aventó las galletas lejos y se marchó…

Hace bastante tiempo, yo diría que unos cinco años, me ocurrió, no algo similar pero si con un matiz parecido, estaba igualmente en un supermercado haciendo fila para cancelar mis compras, delante mío estaba un caballero quien al terminar de registrar sus artículos, decidió ir por otros, dejando la caja abierta y en este caso a mi esperando que él terminara su escogencia, cuando regresó, sin más, se dirigió a mi y me dijo: “Qué! … ¿tiene mucha prisa?”, tanto el joven que atendía la caja como yo nos miramos sorprendidos, pues yo ni siquiera había hecho un comentario por lo ocurrido. Y el hombre siguió hablando en forma desagradable, cosa que yo ignoré pues como dicen, para pelear se necesitan dos y el pobre estaba más solo que la una.

¿Que nos está pasando?

Con anterioridad en uno de mis blogs comentaba la necesidad de sonreir, incluso cuando hablamos por teléfono, porque eso se percibe, al igual que la forma agresiva, se siente en la vibración, como dicen los que saben en la energía, hay que tener buena energía. Y yo no sé si es por el paso de los años pero estoy aprendiendo que hay que escuchar, pensar y luego callar, ya que a veces con una palabra que nuestro interlocutor no escucha, no piensa y responde, arma un lio de la Madona.

Disfruten el partido mañana. Colombia vs Uruguay.

 

sábado, 21 de junio de 2014

Sordera selectiva


Junio 21 del 2014



Sordera selectiva

 

Dicen que no hay que peor sordo que el que no quiere oír.

Mi padre perdió el sentido auditivo en su edad madura. De acuerdo a los médicos esta es la enfermedad de los odontólogos, al estar de pie, inclinados hacia los pacientes en las sillas, el cerumen va obstruyendo el orificio auditivo.

Sea cual fuere la razón el caso es que perdió audición, sin embargo él se negaba a aceptarlo, algunas veces lo sometía a pruebas de escucha, estando de pie mirando a través de la ventana de su cuarto, me colocaba detrás de él y le hablaba, obviamente no me contestaba, de pronto giraba y me encontraba allí, tras el sobresalto obvio, se reía y decía “Yo sabía que estabas allí, yo te oí.”

Siempre repetía que simplemente no me entendía… un día salió a caminar y demoró alrededor de cinco horas, ya estábamos preocupados cuando llegó informando que había estado en el Instituto de ciegos y sordos y ya le habían formulado un audífono.

Una vez llegó con el nuevo adminículo pensé que se había solucionado su problema auditivo, pero me sorprendí mucho cuando una mañana lo saludé y no respondió. Me acerqué y le pregunté qué había pasado con el audífono y me dijo que lo tenía apagado porque hacía mucho ruido.

Otro día lo observé mientras miraba la televisión, se sentó frente al aparato y se colocó unos audífonos normales para seguir el programa. Le pregunté si escuchaba bien las noticias y me afirmó con la cabeza que sí. Pero mi sorpresa fue mayor cuando siguiendo el cable desde sus oídos a la televisión, vi que tenía el pivote que se conecta a la salida del sonido en la mano…

Simplemente se acostumbró a ese silencio, aprendió a entendernos mirándonos y nos engañaba deduciendo lo que hablábamos.

Perder este sentido debe ser una sensación muy difícil de sobrellevar y a muchos nos puede pasar.

Pero más que perder este sentido es peor cuando no escuchamos o escuchamos sólo lo que queremos oír.

Hace poco sosteniendo una conversación trivial por teléfono con un conocido, me ocurrió lo siguiente: Abrí el grifo del baño y noté una disminución notoria del agua, de inmediato recorrí toda la casa ensayando llaves y chequeando fugas en la calle. Llamé entonces a un vecino y le pregunté:

E-   Buenas, podría decirme si ¿ha escuchado algún aviso de altavoz anunciando corte de agua?

V-   ¿Por qué?

E-   He notado que el volumen del agua ha bajado considerablemente y temo que haya algún corte.

V-  Aquí hay agua.

E-   Aquí también pero está bajando con muy poca fuerza, por eso me preguntaba si han anunciado algún corte en el suministro.

V-   Pero aquí está saliendo el agua.

E-   Si y aquí también, pero muy poca cantidad, con poca fuerza. ¿Ha escuchado algún aviso por altavoces en la calle?

V-   Voy a recoger agua, ¿usted ha escuchado que la van a quitar?

E-   No señor.

V-   Entonces voy a recoger agua.

E-   Adiós.

V- Adiós.

Lo mismo me ocurrió con una promotora de planes para celular, pero a otro nivel:

P.- ¿Cómo se encuentra en el día de hoy Señora Emma?

Apenas escuché estas palabras, ya sabía que se trataba de una promotora de ventas. Sin embargo, quise ser amable y escucharla para que no perdiera el impulso.

E.- Bien, muchas gracias, ¿qué se le ofrece?

P.- Señora Emma, hemos observado que usted es una excelente usuaria y querémos ofrecerle un plan para mejorarle el servicio. ¿Cómo le parece señora Emma?

E.- Pues la verdad no estoy interesada en cambiar mi plan.

P.- Pero Señora Emma, con este plan usted podría tener 5 teléfonos preferidos, 100 mensajes gratis, por un valor de $ xxxxxxx.

E.- De nuevo le repito que no estoy interesada en cambiar mi plan, ya tengo los teléfonos preferidos que necesito y suficientes mensajes, por un valor menor al que usted me ofrece.

P.- Pero Señora Emma, este es el mejor plan del momento que tenemos, mire el precio y todo lo que usted gana.

E.- Señorita, me está ofreciendo un plan que no me interesa, más costoso del que ya tengo y con los mismos servicios.

P.- Pero va a tener cinco preferidos y 100 mensajes gratis, por solo $ xxxxxxx.

E.- Señorita, no me interesa el plan, quiero seguir con el que ya disfruto.

P.- Señora Emma, no deje pasar esta oportunidad, mire que sólo tiene un valor de $ xxxxxxxx.

E.- Señorita, no quiero cambiar mi plan, ene o, no, no quiero, es más me voy a retirar del servicio porque me voy a vivir a China y allá compraré el plan con el celular que consiga allá.

P.- Ah! …. Ah!... bueno, que tenga feliz tarde señora Emma.

E.- Lo mismo. 一路平安 .

Así que cuidemos nuestra forma de escuchar para no convertirnos en sordos selectivos, aunque en estos días con el mundial de fútbol estamos en riesgo de quedarnos sordos con las celebraciones tan eufóricas. Cuando celebraban los goles de Colombia contra Costa de Marfil, se podía quitar el sonido a la televisión y a la radio y se escuchaba la ovación de los caleños emocionados como si la ciudad fuera un gran Estadio de Fútbol.

¡Feliz Mundial!

 

 

 

jueves, 5 de junio de 2014

España y su Rey


Junio 5 de 2014

España y su Rey.

 

Juan Carlos I de Borbón y Borbón-Dos Sicilias rey de España. Fue proclamado el 22 de noviembre de 1975, tras la muerte de Francisco Franco, de acuerdo con la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado de 1947.

Pero no es del Rey de quien voy a hablar hoy, ya que aunque viví en España cuando fue proclamado como tal, rápidamente me mudé de País y ninguna experiencia tuve en ese corto lapso que marcara mi vida.

Eso sí, viví la época del gobierno de Francisco Franco, estuve en los desfiles, sobre todo cuando ya era un hombre anciano y con muchas dificultades para desplazarse.

La abuela de mi hijo, me habló de la guerra del 36, ya que yo, para ese entonces ni siquiera había nacido, y me contó detalles los cuales quizás no presté mayor atención en su momento, pero que de pronto llegan a mi memoria como tantas cosas que a veces creo olvidadas. Una de ellas fue el cubrimiento con escombros, que hicieron los ciudadanos Madrileños a la Cibeles salvándola de la destrucción durante los bombardeos de ese año.
 
Y otra que ella y otra niña, estuvo en uno de los vagones del tren que estaba llevando niños a Rusia y se salvó cuando fue encontrada por un familiar. Esa fue una orden de evacuación, supuestamente para salvar a los niños de estos escenarios bélicos, mediante la cual millares de pequeños españoles terminaron viviendo en diferentes países, regresando sólo unos cuantos pues la mayoría ya habían echado raíces en sus nuevos hogares.
Visité varios museos dedicados a salvaguardar la historia de España y en uno de ellos, creo recordar que fue en Toledo, mostraban una especie de hospital donde ayudaban a las mujeres a dar a luz, también eran atendidos los heridos en combate y tienen un libro donde enseñan a hacer tortilla española sin huevos, es una lástima no haber copiado la receta pero entre mis intereses en esas fechas no estaba la cocina y menos aún preparar teteros sin leche, hacer puré sin patatas, ni cocinar sin fuego.
Aunque no tuve problema alguno durante mi estancia en España, unos amigos míos, colombianos por más señas, quienes eran parte de la tripulación de una línea aérea fueron retenidos cuando bailaban cumbia en la cafetería del Hotel La Castellana. Me enteré tres días más tarde, cuando ya estaban libres, que me hicieron el relato de su peripecia.
Dijeron que bailaban animadamente hombres y mujeres, todos colombianos, cuando llegó un grupo de la guardia civil española, los colocó en fila y se los llevó a prisión. Allí les despojaron de los cordones de los zapatos, cinturones y otros elementos que portaban y los empezaron a interrogar uno a uno.
Quien esto me relató, con lágrimas en los ojos dijo haber sido golpeado con un bastón en sus riñones y en las plantas de los pies durante el interrogatorio. Por supuesto que él nada tenía para decir o confesar, pues su llegada al País lo era a raíz de su trabajo de sobrecargo en la compañía aérea. Cuando desistieron de su interrogatorio lo llevaron de nuevo al calabozo y vio con horror que tenía puesto el cinturón que le entregaron para que no cayeran sus pantalones cuando fue interrogado y aunque cuando esto ocurrió el desespero y la angustia lo hicieron llamar a los gritos a sus carceleros para que se llevaran dicha correa, al momento de contármelo no pudo evitar reír a carcajadas.
Lo que no sabía mi amigo era que en España estaba prohibido, en ese entonces, reunirse más de un determinado número de personas so pena de ser tachado como agentes perturbadoras del orden público. En cualquier momento podían irrumpir en tu casa o apartamento y realizar una requisa sin orden alguna. Y de encontrar algún efecto ajeno a tu propiedad lo investigaban.
Una sola vez el portero del edificio donde vivía en General Sanjurjo, le molestó el ruido que hacíamos una noche de verano un grupo de actores de teatro y yo, de inmediato llamó a la Guardia Civil y me preguntaron quienes éramos, miraron mi pasaporte y muy cortésmente me pidieron bajar el volumen de nuestro entusiasmo.
Me sentí bien durante mi estancia en ese País, mi vida era pacífica, por tanto no sentí la dictadura del Generalísimo Francisco Franco como una amenaza y por el contrario viví una época feliz, tan feliz que me traje un retoño de recuerdo.
 
 

lunes, 2 de junio de 2014

don Facundo Cabral


Junio 1 del 2014

 

Don Facundo Cabral

Este personaje a quien desde siempre admiro, encontró la muerte por error el 9 de julio del 2011 y hace dos días en la madrugada escuché en la radio la biografía de su vida. Aunque ya sabía de su infancia y su trayectoria, volví a conmoverme con su historia y regresé a sus canciones, esas magníficas interpretaciones tan llenas de verdades y sentimiento, con ese toque de humor que me gustaría tener.

Este hombre se definía como “violentamente pacifista”, también decía ser un “vagabundo firstclass”, y al final de su vida se presentaba como miembro de la escuela del “anarquismo filosófico y contemplativo”.

Su muerte me golpeó fuertemente sobre todo que allí si se aplica como dice la letra de una canción de Mercedes Sosa: “…si se calla el cantor, muere de espanto la esperanza, la luz y la alegría.”

Una de mis favoritas es “Este es un nuevo día.” y “No estás deprimido, estás distraído.”

Asistí a varias presentaciones suyas en esta ciudad y aunque repitiera su programa de interpretaciones, para mi constituían un aporte importante a mi vida y llegaban como algo refrescante y esperanzador en un mundo tan lleno de luchas y contradicciones.

Su filosofía me llegó para llenar un vacío que siempre he buscado colmar a lo largo de mi existencia, pero que no pude entender cuando me la explicaban profesores y eruditos del tema, don Facundo Cabral con simples monólogos  me enseñó más de lo que aprendí a través de libros e investigaciones.

El acostumbraba decir que el después sería lo que Dios quisiera y como dice una amiga mía “y Dios va a querer”.

“Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada hombre justo es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia porque cada cantor es un soldado menos… Cuando me marché de mi casa, niño aún, tenía siete años, mi madre me acompañó a la estación, y cuando subí al tren me dijo: "Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida y, el segundo, la libertad para vivirla".

“Borra el pasado para no repetirlo, para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.”

Pero debo confesar que siento verdadera admiración por quien fue su madre, ser capaz de llevar a su hijo a la tierna edad de 7 años hasta la estación del tren y darle esa libertad que quería. Y ese niño a los 9 años le pidió trabajo al entonces Presidente Perón.

Es cierto que fue un niño problema, en las calles y estuvo en un reformatorio y fue un vagabundo quien lo encaminó en el conocimiento de la religión, iniciándose entonces como un librepensador, pasando los años se convirtió en el personaje que llegó a ser quien fue.

Ser mejor de lo que se es, puede ser una meta difícil por tantas fallas que tenemos, pero si se intenta por lo menos ya vamos mejorando.

“Nacemos para vivir, por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo, es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene limites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos.”

Entonces, feliz puente que mañana será lo que Dios quiera y Dios va a querer.