Febrero
24 del 2015
EL
RIESGO DE VIVIR
Significado
de vivir es : tener vida
Y
Vida es:
Propiedad de los seres orgánicos por la cual crecen, se reproducen y responden
a estímulos y mueren.
Pero como lo digo en el
título, es un riesgo, el ser humano está constantemente en riesgo. Desde antes
de nacer ese pequeño ser puede sufrir un quebranto de salud y ni siquiera el
esfuerzo que su madre pueda hacer lo salva.
De acuerdo a la
información de Familydoctor en internet, estos son parte de las afecciones que
se pueden sufrir durante el embarazo:
“Aborto espontáneo, Depresión posparto, Desmayos, Diabetes gestacional, Edema, Embarazo ectópico, Estreptococo del grupo B, infección por Hipercoagulabilidad, Hipertensión inducida por el embarazo, Incontinencia urinaria, Infección por estreptococo del grupo B, Mastitis, Melasma, Miocardiopatía, Náuseas matutinas, Preeclampsia, Prolapso de la válvula mitral, Retraso del crecimiento intrauterino, Sangrado en las primeras etapas del embarazo, Síndrome de alcoholismo fetal, Síndrome de las piernas inquietas (RLS), Síndrome del túnel carpiano, Síndrome HELLP, Tenosinovitis de De Quervain, Toxemia.”
Muchas veces una pareja
se prepara cuidadosamente para traer al mundo una criatura, sin embargo, sus
órganos no están listos para esa función y después de varios intentos fallidos
se plantean la idea de adoptar.
He escuchado a muchas
parejas discutir este dilema preguntándose y cuestionándose como un albur
aceptar un niño(a) que no tiene sus genes y argumentar que no saben con qué se
van a encontrar en el día de mañana. Pero cuando estaban preparándose para ser
padres, ¿no se preguntaron lo mismo? Aceptarían el bebé con sus pros y sus
contras, ¿lucharían por tenerlo aún a sabiendas de que es posible que herede
“algo” de sus antepasados?
La mayoría de las
personas aspiran a tener sus propios hijos y luchan una y otra vez,
sometiéndose a diferentes procedimientos, no siempre exitosos, pero cuando las
esperanzas se agotan, es el momento de mirar a la posibilidad de adoptar
.
Este es otro trámite
difícil y a veces a muy largo término
.
Y no hablemos de los
niños, hay muchísimos niños abandonados, los encuentran hasta en los tarros de basura.
Hace poco en las noticias escuché que habían arrojado un bebé recién nacido a
un caño de aguas negras. Fue salvado por la autoridad, gracias a información de
la ciudadanía.
Si colocáramos en una
balanza, de un lado la cantidad de menores sin hogar y de la otra las personas
que desean tener o adoptar un niño, estoy segura que el peso de los primeros
superaría a los restantes.
Y entonces nos
encontramos con un nuevo riesgo, por parte de los niños, ser escogidos, porque
no sé cómo funciona, pero de acuerdo a un Polaco que viajó conmigo alguna vez,
viniendo de Londres a Cali, había hecho todo el trámite y ya venía a recoger
una niña que le entregarían en una Entidad de esta ciudad, me comentó entre
otras cosas que llevaban más de cinco años, buscando adoptar. Fui con él y
conocí a la pequeña y me quedé sorprendida al darme cuenta de que esta bebé
tenía un problema de desnutrición extremo, no la podían entregar de inmediato
porque estaba siendo tratada medicamente. Pero el hombre estaba tan emocionado
de solo poder verla, pues no podía sacarla de la incubadora donde reposaba, que
se le escurrían las lágrimas.
Después de dos semanas
me avisó que le entregarían la niña y viajaría a Polonia con ella para reunirse
con su esposa quien esperaba ansiosa a su primera hija.
Este fue una adopción
exitosa y bastante emocional.
Cuantas personas están
en situación similar mientras tantos bebés están aquí, en grupos, ya que en las
entidades donde los cuidan, no pueden dedicarles el tiempo necesario para
brindarles cariño y hacer que sientan que son amados. Tampoco pueden darles
suficiente vestuario, juguetes, en fin. La última persona conocida que adoptó,
me hizo el comentario que al momento de recibir a su hijo, se lo entregaron con
la ropa que tenía puesta ese día, ni siquiera un pañal, nada. Pero su alegría
fue tanta que simplemente lo abrazó y corrió a conseguirle lo necesario.
Cuántas niñas que aún
no llegan a su adolescencia están embarazadas, sin siquiera haber tenido tiempo
para jugar con muñecas. Y no porque haya sido su voluntad empezar su actividad
sexual temprana, sino como consecuencia de violaciones y en muchos casos esos
pequeños hijos de las pequeñas niñas, crecen un tanto descuidados porque sus
mamis las maduraron a la fuerza y están amargadas y muy poco preparadas para
atender a estos seres que las obligaron a comportarse como mamás de verdad con
niños de verdad.
El riesgo de los niños
en instituciones es que nunca lleguen a ser escogidos para adopción y así se
pasa el tiempo y la edad para que alguien los acepte. De otro lado hay otros
tantos que siguen creciendo sin hogar, en las calles, arrimados a cualquier
persona que les quiera regalar algo de comer.
Serían muchos los casos
a exponer sobre el riesgo de sobrevivir para tantos niños, incluso los que
supuestamente tienen “todo” por haber nacido en un hogar opulento y espléndido,
muchas veces carece de lo más importante, el reconocimiento y cariño de una
familia.
Todo este análisis lo
hice como consecuencia de la negación a que personas de un mismo sexo eduquen
un niño(a), he estado escuchando en las dos últimas semanas.
¿De dónde provienen las
denominadas personas “gay”? de hogares heterosexuales obviamente. ¿En cuantos
hogares “normales” hay un hijo(a) gay? En muchos ni siquiera saben las
inclinaciones sexuales de sus hijos, y hasta del padre, quien simplemente
contrajo matrimonio para ocultar este lado de su personalidad. Y ¿cuántas
mujeres contrajeron matrimonio porque era lo lógico y lo que se esperaba de
ella? sin embargo fue infeliz siempre.
El problema de la
proliferación de los niños abandonados acabaría si permitieran quien
sinceramente desea adoptar, lo hiciera. No solamente parejas heterosexuales,
sino personas que puedan brindarle cariño, educación, vestido y manutención a
un niño(a).
Hace poco me decía mi
hijo, que no entendía por qué consideraban que dos mujeres no podían adoptar
una criatura, si muchos niños(as) han sido criados por sus madres y abuelas, es
decir, dos mujeres, en otros casos, cuando la madre abandona el hogar, el padre
se ha hecho cargo. Y estos niños se han formado en un buen hogar, han crecido
sin traumas ni complejos y tampoco han cambiado su formación heterosexual.
En argentina es
aceptada la adopción monoparental, sin tener en cuenta la inclinación sexual
del padre o madre, y son muchos los países que actualmente aceptan la adopción
homoparental.
Mirando las estadísticas
en Colombia de 80.000 niños sólo han sido adoptados 1.148.
He leído varias
declaraciones de parejas gay que han adoptado y el resultado ha sido bastante
bueno, los chicos(as) han resultado heterosexuales, yo diría que serlo no es cuestión
de enseñanza, cada ser aprende a dirigir sus intereses hacia lo que más le
gusta y difícilmente se puede imponer, es más, las consecuencias de obligar a
un ser a ser como la mayoría ha traído consecuencias funestas.
Hace poco vi la película
The Imitation Game (Descifrando Enigma), basada en la vida de Alan Turing,
quien fue forzado a seguir un tratamiento de castración química, terminó
suicidándose.
Un ser inteligente que
fue discriminado por su preferencia sexual, se sacrifica el conocimiento por
encima de su preferencia sexual.
Tenemos el mito de que
la homosexualidad es un fenómeno de nuestra modernidad, e incluso se le ha
denominado como un síntoma de declinación moral. Pero olvidan, algunos, que
hubo una mayoría de hombres en la antigua Grecia y Roma que tenían contactos
homosexuales y un cierto número de parejas de matrimonios en estas
civilizaciones lo eran. Que no eran conocidos con este nombre “gay” u “homosexual”.
Las restricciones afectaban sólo la edad y la relación familiar existente entre
la pareja.
Para los antiguos esta
inclinación no era causa de escándalo siempre y cuando fuera consentida por ambas
personas y se aceptaba como se acepta a cualquier pareja heterosexual. Sin embargo
seguimos apartando a personas que quizás pueden ofrecer un mejor futuro a tanto
niño(a) abandonado.
Pienso, un criterio muy
personal, si no sería mejor arriesgarnos un poco y ¿permitir que cualquier tipo
de pareja adopte? Sería el mejor riesgo de la vida.
Cavilaba como terminar
este tema y recordé a raíz del hecho de que todo ser humano tiene un lado
masculino y otro femenino y que precisamente lo que se busca para el bebé
adoptado es que tenga esta ambivalencia en el hogar y recordé una escena
simpática con un amigo enfermero, que conocí en Madrid. Una de esas tarde
heladas de invierno me pidió vaselina o crema de cacao para aplicarse en los
labios porque el frío se los estaba partiendo. Yo, muy acuciosa le pasé un
tarrito con crema de cacao para aplicarla con el dedo y él me respondió: “¿No tienes uno de esos que son como un
labial? ¡es que este es tan poco masculino!”